En la cocina es verano, veranísimo... en el baño primavera de día caluroso. Si no fuera por el aire, mi living-comedor-dormitorio no se salvaría. Pero aquí estoy, tratando de cambiar lo menos posible de estación... O sea que cocino cagada de calor y cago transpirando...
Mi casa no tiene muy buena acústica, entonces se escucha todo, todo. La "música" reggaetonera y cumbiera de mis vecinos, los gritos, las risas, los golpes y los portazos. Me gusta contaminar los departamentos con buena música y dejarla prendida aunque me vaya.. así aprenden... qué tanto! ja...
A veces me gusta dejar la ventana abierta (no ahora, con el aire y el viejo pascuero enfrente prefiero ser discreta) y eso me ha jugado malas pasadas de cerrá la ventana si querés c....! Se han calmado los gritos o se han cansado de gritarme (ya no saben que verbos emplear, no siempre soy tan fácil de descifrar).
La terraza está buena para subir, vestido o desnudo (dependiendo de la ocasión) y por suerte, me queda cerca. Al lado hay un departamento vacío que muchas veces pensamos okupar, sobre todo cuando había quedado sin llave... lástima que la encargada avisó al dueño al escucharme gritar a Thelma de ventana a ventana (qué buchón el depto... qué buchona la encargada... y qué poco discreta yo)
Mi casa ha sido lugar de reuniones, de encuentros y desencuentros, de peleas y reconciliaciones...
Sean bienvenidos al mundo Louise... si buscan a la anfitriona, salió a volar... en un rato vuelve...
Louise
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