jueves, 7 de enero de 2010

Me vuelvo río y muero...

Letras y música alimentando el oxigeno húmedo y jadeante entre cuatro paredes blancas, poco blancas, se transpira un gesto, un magnifico y diminuto gesto , que danza como queriendo ser libre, demasiado libre para su tan arduo tamaño...se ilustran partituras con notas fa y sol, sin ser sostenidas, sin ser bemol, indefectiblemente puras, intactas, desnudas...palidas...abofeteadas por una mano de uñas largas, el chasquido...el mismo que produce en mi tantas cosas, tantas danzas internas, tantas risas, tantos penares...el chasquido una vez mas se instalo, así como el mismo quiso, así sigiloso,penetrante,agudo en mi garganta...dejandome ahogada en un llanto que no nacerá hoy, agitando sin piedad mis cuerdas vocales, hasta el punto de hacerme trizar las entrañas con el aullido inquietante y amenazador que induce a mi mudez temporaria...una guitarra llora a la par...lloramos, reímos...nos extasiamos, nos despedimos, nos damos una cálida e inocente bienvenida...esas esas mismas...si..esas..las mismas que muchas , tantas veces imaginamos, las que no cuajan la leche materna cuando no aparecen, cuando no están...
El calor...ay si del calor debería hablar, diría...diría que me derrite hasta la medula del alma que se transparenta en mi caja toraxica..que importa del calor!, no se acerca nadie mas que ella, quien cruje y lamenta la madera seca...y yo en una danza hechizada, infinita.



Thelma en un ataque.