sábado, 9 de enero de 2010

Me conmueve la pureza de los niños, la inocencia de las flores,
la suavidad de unas manos sobre mi vientre,
las historias y anécdotas de los abuelos del tiempo,
la persona que se preocupa por mi y no suelta el hilo,
la genialidad de algunos locos encerrados,
los mensajes de los puesteros en radios am,
un parto, la nueva vida...
Mis sobrinos cuando me dicen: Tía te amo!,
el saludo matinal del viejito del kiosco,
el Principito y Rayuela.
La fidelidad de los perros y la independencia de los gatos.
Me conmueve el llanto de un niño
cuando rompe el silencio,
el encorvado y lento caminar de la anciana
que pasa siempre por la misma vereda,
la tonada entrerriana y cordobesa,
el recordar mis travesuras de niña,
la voz transparente del otro lado del teléfono.
Me conmueve todo, desde lo mas simple
a lo mas complejo de mi vida, de TU vida, de NUESTRA vida.

Thelma

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