viernes, 18 de diciembre de 2009

Stella Artois (la perfección tiene sus límites)... un viernes, no como cualquier otro, abro las puertas del depto de Louise y la encuentro cantando con una botella de agua mineral a modo de micrófono, trago aire (¡Subir tantas escaleras me agota! ¡Comprate un ascensor!), la abrazo y nos fundimos en otro emocionante encuentro, como todos nuestros momentos (jamás pierden esa chispa, esa emoción que nos provoca vernos) y que hacemos un corpiño party porque el calor nos agobia y hablamos y escribimos y leemos y anotamos en la pizarra del croquis y reimos y cambiamos de humor y seguimos hablando y recreamos nuevas historias, amores a punto de nacer, otros enterrados y nos damos cuenta de que no cualquiera accede a nuestra manera de ver la vida, locas, desquiciadas, alegres, ciclotímicas, tetona, ojos lindos, despeinadas, sudadas, cuerdas, alcoholizadas...
T: Siento que la gente trata de entender las cosas desde una visión estructurada.
L: No me quiero aislar del mundo.
T: Es cuestión de adaptarnos a una sociedad estructurada, sin que nos juzguen.
L: ¿Cuántas veces nos dijeron locas esta semana?
T: La gente llana me aburre.
L: Los prejuicios me aburren.
T: A veces necesito desahogarme con vos.
L: Thelma... pero no te enamores...
T: Ehhh...el azar es sabio (qué frase)
L: Tampoco me quiero aislar del mundo.
T: Abramos el tupper
L: ¿Fumamos? Igual como te dije la otra vez necesitaba un poco de mis amigas normales. Eso también me hace bien.
T: A veces es necesario un poco de normalidad.
L: ¿Entendés? No cualquiera entiende que vos llames a mi psico pero es coherente en nosotras...
T: Y así es la vida, Louise.
L: Fumemos.



Thelma and Louise

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