miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿Qué es ser adulto?
El otro día me puse a pensar que es difícil ser adulto. Es difícil ponerse el traje de adulto y que quede bien.

Me parece que lo menos sencillo de vestirse de adulto es que uno mismo es su propio sastre o modista.
El que lo lleva puesto sabe cuando hay que hacerle alguna pincita o coserle algún botón o hacerle el dobladillo… Porque ufff el traje de adulto a veces suele quedarnos grande.
Lo más complicado es, que al no ser uno un entendido en el tema, puede llegar a hacer arreglos que se descosen fácilmente o una manga puede llegar a quedar más corta que la otra. Creo que es un traje que necesita de nuestra atención constante… lo más importante es estar preparado y por las dudas tener siempre un costurero a mano.
A veces también resulta necesario lavarlo, cambiarlo o llegado el caso, regalarlo o tirarlo y probar y probar hasta encontrar uno que quede cómodo.

Lo más sencillo sería hacerse un traje a medida pero, paradójicamente, eso es lo más complicado.
Hay trajes estándar a montones y mucha gente anda contenta vistiéndose toda igual que los demás. No es mi caso. Mi traje me lo hago yo como yo quiero y para eso, claro, primero tengo que saber cómo lo quiero.
Sé que me gusta de muchos colores, aunque no combinen…

Me gusta que a veces me quede un poco grande para poder ajustarlo donde sea necesario.
Me gusta que tenga cortes irregulares; me gusta estar cómoda pero sé también el esfuerzo que eso requiere, entonces acepto que a veces una sisa me pueda llegar a tirar más que la otra.
Y ahí otra vez habrá que echar mano a nuestro oficio improvisado de costurera y arreglar el desperfecto.
Hay mucha gente que vive con la ropa manchada, entonces prueba con tintorerías, quitamanchas, lavaderos y productos diversos… pobres! No saben que esta ropa es tan delicada que lo mejor es lavarla a mano con mucho cuidado y colgarla al sol sin centrifugarla ni añadirle productos químicos porque esto dañaría la prenda. Y también aceptar que alguna que otra manchita rebelde puede quedar adherida y eso no es tan grave…
La mejor prueba de que el traje nos queda bien es preguntarle a un chico o mejor aún, que alguna nena coqueta espontáneamente nos diga: Qué linda ropa que tenés puesta hoy! Me la prestás? En ese caso, debemos responder, con nuestra mejor sonrisa de adulto: Todavía no pero algún día, algún día…


Louise

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